Medicina Alternativa

Carboxiterapia, inyecciones de dioxido de carbono

La Carboxiterapia consiste, básicamente, en un procedimiento cosmético que no es llevado a cabo a través de cirugía. Se realiza mediante la inyección de dióxido de carbono al interior de los tejidos subcutáneos. El objetivo de la Carboxiterapia es que el organismo segregue serotonina, catecolaminas e histamina.

A través de este procedimiento, los neurotransmisores utilizados permiten que el tejido subcutáneo se relaje y se obtenga una mayor dilatación vascular que aumentará el flujo del torrente sanguíneo. Esta serie de modificaciones efectuadas a través de las inyecciones, tiene como resultado una mejor oxigenación de las zonas tratadas en el paciente.

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Surgimiento de la Carboxiterapia

El conocimiento de la utilización del dióxido de carbono para efectos curativos, data de la Edad Media. Sin embargo, fue recién entrado el siglo XVIII que comenzó a obtenerse evidencia científica acerca de los beneficios que trae para la salud.

Con el paso del tiempo, comenzó a investigarse acerca de las distintas técnicas mediante las cuales podría utilizarse el dióxido de carbono con objetivos curativos. Es así como, a mediados del siglo XX, comenzaron a utilizarse las inyecciones subcutáneas.

¿Cómo se lleva a cabo la Carboxiterapia?

La carboxiterapia puede ser llevada adelante a través de tres técnicas diferentes:

  • microinyecciones subcutáneas
  • baño en gas seco
  • piscinas de agua tibia con dióxido de carbono.

Carboxiterapia por microinyecciones subcutáneas

Este tipo de tratamiento se lleva a cabo a partir de la utilización de equipos especializados. Estos equipos, cuentan con una importante serie de agujas muy finas, a través de las cuales se inyecta, de manera subcutánea (es decir, por debajo de la piel) el dióxido de carbono. Por su parte, el dióxido de carbono inyectado contará con una pureza de un 99%.

Esta técnica puede ser llevada a cabo solamente por profesionales que acrediten una formación específica en esta área, debido a que es fundamental controlar exhaustivamente la cantidad de dióxido de carbono administrada, como así también el tiempo que dure la filtración y la velocidad con la que ingresa en el paciente el flujo de gas.

Carboxiterapia por baño en gas seco

Cuando se aplica a un paciente la Carboxiterapia por baño en gas seco, éste debe llevar puesto un traje o cobertor de material plástico que le permite cerrarse de manera hermética. Una vez colocado el traje, el único orificio que permanecerá abierto, será aquel por el que ingrese el gas.

Una vez que el paciente lleva puesto el traje o el cobertor, se introduce el dióxido de carbono durante un tiempo aproximado de 15 minutos.

En el tiempo que dura el flujo de dióxido de carbono, los vasos sanguíneos se dilatan, generando así una fuerte mejora en la circulación de la sangre, lo cual repercute, además, en el aspecto general de la piel.

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Carboxiterapia a través de piscinas de agua tibia con dióxido de carbono

Este tipo de tratamiento de Carboxiterapia es uno de los más antiguos. Cuando se somete a un paciente a este tipo de tratamiento, el mismo debe sumergirse dentro de una de estas piscinas y comenzar a caminar, durante un plazo que oscila entre los 10 y los 15 minutos en total.

Este procedimiento es el más utilizado cuando los problemas circulatorios del paciente se centran en las piernas.

Aplicaciones de la Carboxiterapia

La Carboxiterapia es un procedimiento utilizado para cada vez más condiciones físicas y de salud. En la actualidad, es mayormente recomendado para las siguientes problemáticas:

  • Celulitis
  • Flacidez
  • Várices
  • Estrías
  • Cicatrices
  • Exceso de grasa corporal
  • Envejecimiento prematuro
  • Entre otros

Al mismo tiempo, es frecuentemente utilizado como método complementario en la recuperación de diferentes tipos de cirugías estéticas.

Usos de la Carboxiterapia
Usos de la Carboxiterapia

Contraindicaciones de la Carboxiterapia

Son pocos los efectos secundarios y los riesgos que pueden ser adjudicados a la carboxiterapia. Sin embargo, es cierto que la utilización de este gas puede llegar a presentar ciertos riesgos, de los que es necesario tener conciencia antes de acudir a este tipo de tratamiento.

Algunos de los efectos secundarios o riesgos que un paciente que se somete a la carboxiterapia puede llegar a padecer, son:

  • Hormigueo o dolor en el área en que tienen lugar los pinchazos
  • Sensación de calor en exceso
  • Sensación de frío en exceso
  • Aparición de ciertos hematomas o infecciones en la piel, especialmente en el área en que tuvieron lugar las inyecciones. Sin embargo, estos tienden a desaparecer al cabo de unos días.

Habitualmente, este tratamiento suele ser recomendado a personas que gozan de un buen estado general de salud.  Sin embargo, hay ciertas personas a las que no se les recomienda acceder a este tipo de tratamiento. Estas son:

  • Pacientes con insuficiencias renales, respiratorias, hepáticas o cardíacas
  • Pacientes con diabetes
  • Personas con trastornos varios en el sistema circulatorio
  • Asmáticos
  • Pacientes con algún tipo de cáncer
  • Epilépticos
  • Pacientes con problemas de hígado o de riñón
  • Pacientes que cuentan con algún tipo de problemática o de infección en el área que habría de ser tratada eventualmente por la carboxiterapia
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia
  • Mujeres que estén transitando su período menstrual
  • Personas con problemas respiratorios o algún síntoma asociado a los síntomas de la gripe

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Si estás pensando adentrarte en el mundo de la medicina alternativa, la carboxiterapia puede ser una excelente y novedosa opción para vos. Sin embargo, te recomendamos tengas en cuenta las precauciones y condiciones que vienen con este tratamiento antes de acudir a él.

Y vos, ¿ya probaste con la carboxiterapia?