Medicina del Viajero

Qué le ocurre al cuerpo durante un viaje en avión

Viajar en avión no es un hecho insignificante. Más allá del famoso jetlag, volar provoca otros efectos en el cuerpo que es importante saber antes de abordar un avión, para prevenirlos o al menos para conocer este fenómeno y prepararse, es necesario familiarizarse con estos efectos. Te invitamos a leer este artículo donde te explicaremos qué le ocurre a tu cuerpo durante el viaje en avión y seguro ya estarás listo para enfrentar los efectos de tu próximo vuelo de larga distancia.

Contenido de este artículo

Condiciones generales de un avión

Dado que los aviones vuelan a gran altitud, generalmente a 10.000 metros, la presión del aire es muy baja. Por lo tanto, para que haya suficiente oxígeno para todos los pasajeros y la tripulación, es necesario bombear este aire.

En el proceso, el aire se aspira a través de los motores, se comprime, se enfría, se filtra y se reinyecta en la cabina. Pero a pesar del suministro constante de oxígeno fresco, todavía hay menos que en tierra. La cantidad de oxígeno en un avión es comparable a la que se encuentra a una altitud de 2.000 metros en las montañas. A menos que la persona viva a esa altitud, su cuerpo no está acostumbrado, por lo que los efectos durante un viaje en avión, no se hacen esperar.

Consecuencias físicas

El jet lag, se refiere a la alteración del reloj interno del cuerpo alrededor de 24 horas y los ritmos circadianos debido a los movimientos en varias zonas horarias en un corto período de tiempo, por ejemplo, durante un vuelo este-oeste u oeste-este. Este fenómeno puede provocar varios efectos en tu cuerpo durante el viaje en avión:

  1. Tus papilas gustativas se entumecen

Seguramente más de una vez has pensado que el sabor de la comida que te sirven en el avión no es tan agradable cómo quisieras, esto no es realmente así, el efecto de no encontrarle un buen sabor a la comida, es porque tus papilas gustativas se vuelven insensibles durante un vuelo. La razón científica de este fenómeno es que el aire seco de la aeronave, llevado a la evaporación de la mucosa nasal y la presurización de la cabina, provoca un agrandamiento de las membranas, dos factores que te impiden detectar el olor de la comida, y por lo tanto, genera dificultar para saborear plenamente el gusto.

  1. La sangre está menos oxigenada, lo que hace que tengas más sueño

Los asientos incómodos de los aviones y el bajo nivel de oxígeno no son los únicos responsables de la fatiga del viajero. La cabina está presurizada para simular una elevación de 1800 a 2400 metros sobre la Tierra y en consecuencia tu sangre absorbe menos oxígeno a esta altura. Tal como le sucede a los esquiadores, la altura y la falta de oxígeno provoca mareos, somnolencia y pérdida de agudeza cerebral.

  1. Las piernas se inflaman y tienen calambres

Cuando estás sentado durante un largo período de tiempo, la sangre se acumula en las piernas y los pies, razón por la que se originan en la mayoría de los casos, calambres indeseables.

Problemas de piernas originados por el poco espacio entre asientos
Problemas de piernas originados por el poco espacio entre asientos
  1. Indigestión y movimientos intestinales

Cada vez que cruzas más de dos zonas horarias en un vuelo, la diferencia de tiempo se produce a medida que tu cerebro intenta adaptarse a esta nueva realidad temporal, por lo que se originan malestares generales que provocan: movimientos intestinales, indigestión, somnolencia, insomnio y disminución de las capacidades físicas y mentales.

  1. Tu piel es más seca

La presión de la cabina y el aire seco y reciclado absorben la humedad de la piel.


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Formas de evitar las reacciones

El jet lag no puede prevenirse, pero hay formas de reducir sus efectos. Esta son algunas medidas generales para mitigar los efectos durante un viaje en avión.

  1. Disminuye los episodios de calambres e inflamación de las piernas y pies. Mientras estés despierto, cada periodo de tiempo, entre 20 y 30 minutos, es recomendable que trates de estirar los pies, extender las piernas y contraer los músculos de las pantorrillas para ayudar a que la sangre fluya hacia arriba, esto también te ayudará a combatir la sensación de cansancio.
  2. Utiliza medias de compresión graduadas ajustadas: estos calcetines comprimen los músculos de la pantorrilla y mejoran la circulación de la sangre en las venas profundas. También pueden prevenir la hinchazón de los tobillos. No obstante, deben ser del tamaño adecuado para que realmente sean efectivos.
  3. Evita que se deshidrate la piel: un largo viaje en avión, requiere aplicar antes y durante el viaje, bálsamos, cremas y lociones en la piel para mantenerla hidratada; también se debe beber mucho líquido para devolverle la elasticidad natural a la piel.
  4. No bebas alcohol: el metabolismo celular funcionará menos si hay existencia de alcohol en la sangre, este efecto causará una absorción menos efectiva de oxígeno por el cuerpo.
  5. Intenta moverte: levántate y camina un poco, ve al baño cada 2 o 3 horas. Si esto molesta a otros pasajeros, sólo haz algunos movimientos con tus piernas debajo de tu asiento. Esto reducirá el riesgo de tener un coágulo de sangre en las piernas y mejorará la circulación sanguínea.
  6. Toma aspirina: expertos aconsejan tomar una aspirina, un día antes del viaje y el mismo día, para ayudar a que la circulación sanguínea sea más efectiva, previa consulta al médico.
  7. En caso de congestión o gripe: se debe utilizar gotas o spray para despejar la nariz. Durante el despegue y el aterrizaje, se debe intentar masticar, bostezar y tragar varias veces para ayudar a abrir la trompa de Eustaquio. Si esto no funciona, se puede hacer un pellizco en la nariz y exhalar tan fuerte como se pueda para llevar el aire al oído medio.
  8. Evitar algunas bebidas: no se recomienda tomar café, bebidas energéticas ni alcohol antes ni durante el viaje en avión, ya que lejos de hidratar, producen sequedad.

Otros problemas posibles

Dolor de oído en el avión

El barotrauma es una afección no muy conocida por su nombre, pero que seguramente muchas personas que han viajado en una aeronave han padecido. Se trata del popularmente llamado “dolor de oído en el avión”, que a veces en vez de dolor puede describirse como un sentimiento de tapón en el oído interno.

Que se tapen los oídos en el viaje en avión es común y su causa se encuentra en los cambios de presión al que se expone el cuerpo dentro de la nave. A medida que se gana altitud, la diferencia de presión entre el suelo, el interior de la nave y el exterior va en aumento y en constante cambio. Es algo similar a lo que sucede en el agua (habitual en quienes practican buceo) y al realizar paracaidismo.

Lo mejor para evitar estos dolores de oído es la hidratación, principalmente con agua. También existen “remedios caseros” como los bien conocidos: mascar chicle (hay que hacerlo antes que se tapen los oídos, sino no funcionará) o bostezar profundamente.

Si nada de eso funciona, tienes otras dos alternativas para destapar tus oídos en el avión y que dejen de doler: la primera es acudir a los medicamentos, el ibuprofeno o un acetaminopheno podrán ayudarte. La segunda, es acudir a la tripulación del avión, nadie más experto en evitar molestias dentro del avión que las azafatas.

Conoce más sobre el barotrauma de oído

Dolores de cabeza

El dolor de cabeza durante el viaje en avión puede ser normal, conoce los motivos
El dolor de cabeza durante el viaje en avión puede ser normal, conoce los motivos

Las cefaleas, migrañas y otras afecciones de cabeza son cada vez más frecuentes durante los viajes en avión. Lo más molesto de estos dolores de cabeza es que pueden durar hasta horas después de haber aterrizado.

Los dolores de cabeza producidos por viajes en avión tienen origen en la variación de presión en distintas partes del cuerpo. Estos cambios abruptos generan reacciones que desencadenan dolores habitualmente intensos, y que continúan hasta que el cuerpo logra volver a la normalidad, para lo cual algunas personas necesitan largas horas desde el aterrizaje.

La buena hidratación previa y durante el viaje resulta un elemento fundamental para evitar dolores de cabeza durante el viaje en avión. De igual forma, intente comer liviano, realizar ejercicios (no quedarse sentado durante todo el viaje) y no leer mientras el avión se encuentre en movimiento.

Mareos

Es común que al viajar (sea en avión, barco, auto, etc.) los desplazamientos generen cierta sensación de mareo. En el avión, para colmo, las condiciones a las que se expone el cuerpo (los oídos, el estómago, entre otras partes de nuestro cuerpo) no contribuyen. Este malestar es producido principalmente por el movimiento externo de la aeronave.

Además del mareo, se pueden sentir síntomas como nauseas, sudor, bostezos constantes y prolongados y hasta vómitos, en los casos más agudos.

Los mareos durante un viaje en avión son más comunes en niños entre 2 y 12 años de edad y en personas adultas mayores de 40 años. Sin embargo, personas fuera de esos rangos de edad no están exentas a sufrir cinetosis, como se conoce habitualmente a los mareos por desplazamiento.

Para evitar la sensación de mareo usted puede no comer nada antes o durante del viaje en avión (en caso de viajes cortos) o comer lo más liviano posible (en el caso de viajes largos). En forma complementaria, intente hidratarse con la mayor cantidad de agua posible. Otras recomendaciones son: evitar fijar la vista a un punto (no leer ni ver hacia una pantalla), recuéstese y mantenga la cabeza fija el mayor tiempo posible.

Solo si usted sufre mareos muy intensos al viajar en avión es recomendable acudir a un medicamento para paliar los síntomas.

Advertencias

Las personas con problemas cardíacos y pulmonares no podrían volar sin un tanque de oxígeno, debido al bajo recurso de este gas en la cabina, es casi imposible.

Es bastante complicado tener que hacer un largo viaje en avión con un resfriado o con los senos paranasales inflamados. Durante el aterrizaje o despegue del avión, la presión del aire cambia rápidamente en la cabina, como resultado, los oídos se sellan, y si tienes un resfriado, la trompa de Eustaquio no se abrirá ni se cerrará correctamente. Las consecuencias pueden ser muy dolorosas para los tímpanos e incluso el efecto puede hacer que éstos se rompan.

El riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda por la falta de movilidad, es muy bajo, a menos que haya uno o más factores de riesgo preexistentes, que incluyen:

  • Historia de trombosis venosa o embolia pulmonar
  • Antecedentes de trombosis venosa o embolia pulmonar en un familiar cercano con terapia de estrógeno (píldoras anticonceptivas o terapia de reemplazo hormonal)
  • Embarazo
  • Cirugía o trauma reciente, en particular operación del abdomen, la pelvis o las piernas
  • Cáncer
  • Algunas anomalías genéticas de la coagulación de la sangre

Las personas con una o más de estas condiciones médicas deben consultar a su médico antes de embarcarse en un viaje de 3 horas o más.

Los pasajeros que practican el buceo no deben volar inmediatamente después de la inmersión, ya que la presurización reducida de la cabina puede causar trastornos de descompresión o artralgia. En estos casos se recomienda que dejen pasar al menos 12 horas después de su última inmersión, hasta 24 horas después de múltiples inmersiones.

Video con ejercicios y tips para el viaje en avión

Conclusión

Los viajes aéreos y de largo recorrido, no siempre son una fuente de placer, los efectos fisiológicos al volar no se hacen esperar; y si sumamos a éstos los aspectos como el estrés y el miedo a volar, los efectos de jet lag se maximizan. Por lo tanto, te recomendamos utilizar esta guía para conocer lo que le ocurre a tu cuerpo durante el viaje en avión y para disminuir en gran medida, las consecuencias naturales del mismo.