Diagnóstico y Prevención

La siesta y sus efectos en la salud

Dormir una siesta durante el día no es un acto reservado sólo para niños, ancianos y personas ociosas. La vida moderna sugiere que al menos un tercio de las personas tenemos un déficit de sueño significativo, y la siesta, es una de las herramientas más efectivas para recuperar esa falta de sueño y poder activar una chispa de energía en nuestro cuerpo durante el día. Conoce a través de este artículo, los beneficios de hacer una siesta y sus efectos en la salud.

Contenido de este artículo

¿Qué es la siesta?

La siesta es una necesidad fisiológica que se manifiesta en una fase de sueño profundo y lento que dura entre 10 y 30 minutos. Es un complemento esencial del sueño nocturno, que por sus efectos terapéuticos, se recomienda a todas las personas porque aporta al organismo energía y otros beneficios saludables.

Tipos de siestas

La siesta está indicada en el tratamiento curativo o preventivo de la somnolencia diurna excesiva. En este sentido los especialistas clasifican tres tipos de siesta:

Siesta curativa

  • Compensación por la falta de sueño de manera voluntaria o por levantarse muy temprano, puede estar relacionado con el trabajo nocturno o el trabajo por turnos.
  • El sueño necesita una compensación por aumento en los casos de enfermedad aguda (infecciosa, metabólica o degenerativa)
  • Tratamiento para algunas parasomnias del niño (enuresis, terrores nocturnos, sonambulismo) al disminuir el sueño nocturno.

Siesta preventiva

  • Consiste en establecer un horario de sueño para los trabajadores por turnos o de noche
  • Higiene del sueño en la narcolepsia e hipersomnia idiopática.

Siesta fisiológica

  • Durante el embarazo
  • Para niños menores de 6 años
  • Para la tercera edad

¿Cuánto tiempo es ideal dormir una siesta?

El ritmo y la duración de la siesta varían de acuerdo con la necesidad de dormir de cada persona. Esta necesidad depende de varios factores, si es vespertina o en la mañana, si es flexible o rígido y del estilo de vida en general.

Tiempo ideal para una siesta
Tiempo ideal para una siesta

Siesta curativa: máximo de 20 a 40 minutos, preferiblemente al comienzo de la tarde.

Una siesta más larga puede causar trastornos de atención prolongada. Los científicos compararon los resultados de las pruebas de vigilancia y las pruebas de memoria después de 30 y 60 minutos y demostraron que las más cortas son más efectivas.

Una duración de una siesta por más de 60 minutos permitiría la aparición de sueño paradójico  y podría inducir un deterioro profundo del sueño en las noches.

La “siesta flash” es un período de relajación con los ojos cerrados que permite unos minutos de sueño a veces muy reparador que resulta muy efectivo en caso de emergencia. Generalmente es indicada para navegantes, soldados, atletas y mujeres embarazadas.

Siesta preventiva: el mayor tiempo posible para proporcionar una reserva de sueño antes de tomar una posición durante un turno de noche o cuando se va a conducir o navegar por tiempo prolongado.

Cuál es el mejor momento para tomar una siesta

Cualquier momento del día es propicio para tomar una siesta, sin embargo, la mayoría de las personas tienen como preferencia tomar una siesta después del almuerzo, esto generalmente ocurre porque la afluencia de sangre en el sistema digestivo afecta la afluencia al sistema cerebral, el nivel de azúcar en la sangre disminuye, y en consecuencia, baja la temperatura del cuerpo mientras que la somnolencia se activa.

Durante el proceso, el cuerpo libera un poco de melatonina, la hormona que sirve para conciliar el sueño por la noche.

Si bien una buena siesta puede ser reconstituyente después del almuerzo, dormir inmediatamente después de comer, no es muy beneficioso para el organismo, pues una cierta cantidad de jugos digestivos del estómago fluye de regreso al esófago y a la faringe debido a la fuerza de la gravedad, y, debido a su naturaleza ácida, estos jugos digestivos queman el revestimiento interno del esófago.

Por esto es que muchas personas manifiestan tener una sensación de ardor en la boca y la garganta si van a la cama inmediatamente después de comer. Adicionalmente, en la posición acostada, los alimentos no pueden llegar al intestino adecuadamente y, por lo tanto, tienden a estancarse en el estómago.

El proceso de digestión se hace más largo y laborioso, por lo que es mejor esperar una o dos horas después de comer para ir a la cama.

Una posición semi sentada puede ser la más recomendada para dormir una siesta después de comer, pero sólo después de 10 a 20 minutos de caminar lentamente, ya que esta posición tiende a comprimir el estómago un poco.

Beneficios de la siesta

Tomar una siesta en cualquier parte durante el día, especialmente en el trabajo, está lejos de ser una mala idea, incluso desde el punto de vista de una empresa.

Por ejemplo, el hecho de que algunos médicos y enfermeras duerman en servicios de emergencia mejora significativamente su receptividad y rendimiento. La siesta puede restaurar la calidad de la atención, la calidad del trabajo y reducir los errores, y estos efectos son sensibles durante varias horas.

En consecuencia, algunas empresas han empezado a comprender los beneficios de la siesta y la creación de dormitorios en el lugar de trabajo.

Estos son algunos efectos positivos que produce hacer una siesta

  • Estimula nuestro cerebro permitiéndole ser más creativo
  • Mejora el funcionamiento de la memoria
  • Favorece la percepción
  • Estimula el razonamiento lógico
  • Aumenta el estado de ánimo
  • Controla los niveles de estrés
  • Favorece la pérdida de peso

La siesta también tiene propiedades terapéuticas en el corazón y la presión arterial. Tiene efectos beneficiosos sobre la presión sanguínea al permitir que el sistema cardiovascular recupere los efectos del estrés psicológico. Una siesta de 45 minutos casi siempre se traduce en una disminución de la presión arterial.

Contraindicaciones de la siesta

Contras de la siesta
Contras de la siesta

La siesta en términos generales ofrece muchos beneficios, sin embargo, existen algunas contraindicaciones absolutas:

  • Insomnio: la siesta tiene un potente efecto nocturno en el insomnio, principalmente en los ancianos.
  • Síndrome de retardo de fase: la siesta agrava el retraso en conciliar el sueño por la noche.

Otras contraindicaciones relativas también existen

Adolescencia: la necesidad de una siesta reaparece en la adolescencia. La falta de sueño se produce generalmente los fines de semana, sin duda una siesta compensará el déficit de sueño acumulado a esta edad durante la semana pero a veces juega un papel agravante en los síndromes de retraso de fase, lo que hace que la semana comience con un gran déficit de sueño.

Depresión nerviosa: la siesta a veces tiene un efecto agravante en una persona deprimida. Una imagen de somnolencia diurna excesiva con insomnio matutino puede ser el signo distintivo de una depresión. Aquí, el trastorno del sueño es secundario a los trastornos del estado de ánimo y su mejora será por la eficacia de los fármacos antidepresivos.

En algunos departamentos psiquiátricos modernos, los pacientes con depresión severa son tratados con privación del sueño cada dos noches.

 

Conclusión

Ciertamente, los efectos positivos de tomar una siesta corta y prudente todos los días, están claramente comprobados. Por lo tanto, hacer uso de esta práctica tan beneficiosa para el organismo es nuestra recomendación, tomando en cuenta, las consideraciones y advertencias que hacemos en este artículo de la siesta y sus efectos en la salud, de manera de poder aprovechar todos los beneficios.