Nutrición

Nutrición para los trastornos alimenticios

Una buena nutrición no sólo es buena para las personas que desean bajar o subir de peso o para los deportistas, sino que, además, resulta fundamental para todas aquellas personas que se recuperan de algún tipo de trastorno alimenticio. Además, en este artículo veremos cómo influye la nutrición a la hora de ayudar a prevenir los complejos alimenticios.

Contenido de este artículo

¿A qué nos referimos cuando hablamos de trastornos alimenticios?

Los trastornos alimenticios tienden a ser más comunes en los adolescentes y adultos jóvenes, dándose alrededor del 5% también en los niños.

Generalmente, los trastornos alimenticios suelen ir relacionados a una cierta inconformidad con el propio cuerpo o con la propia vida, con un bajo nivel de autoestima y con una imagen negativa acerca de la forma de su cuerpo.

Podríamos definir los trastornos alimenticios como una manera de utilizar la comida como un método para controlar distintos aspectos de la vida. Esta utilización puede ser tanto restringiendo la alimentación (o, en los casos más severos, suprimiéndola), como así también comiendo en exceso.

Trastornos de alimentación
Trastornos de alimentación

Algunas de las formas de trastornos alimenticios más frecuentes, son las siguientes:

  • La anorexia nerviosa: refiere a los casos en los que las personas que la padecen restringen severamente la ingesta de alimentos, pudiendo llegar a un consumo realmente bajo de los mismos
  • La bulimia nerviosa: generalmente, este término hace referencia a los casos en los que las personas pasan por períodos de indulgencia, en los cuales consumen abundantes proporciones de alimentos, de modo de expulsarlos luego a través de vómitos
  • El trastorno de compulsión alimentaria: refiere a los casos en los que el consumo de alimentos es excesivo, sin llegar a la purgación de los mismos. Esto suele llevar a una ganancia exponencial de peso corporal
  • La ortorexia: este término hace referencia a los casos en los que las personas cuentan con una obsesión – casi enfermiza – por la alimentación saludable. Si bien esto no pareciera ser un hecho de gravedad, puede serlo si no se lleva a cabo con control.

Todos y cada uno de los trastornos alimenticios mencionados con anterioridad pueden devenir en consecuencias nutricionales sumamente graves y perjudiciales para la salud.

Una buena nutrición para los trastornos alimenticios

Una buena alimentación para resolver trastornos
Una buena alimentación para resolver trastornos

Como mencionábamos más arriba, una buena nutrición es fundamental para todos los seres humanos y, aún más, para todas aquellas personas que transitan la recuperación de un trastorno alimenticio determinado.

Sin embargo, es importante saber que, antes de adquirir un nuevo régimen alimenticio, la persona debe haber consultado previamente con un médico y un nutricionista que den por finalizado el trastorno y puedan recomendarle la mejor dieta para su caso particular.

Una de las maneras de tratar los trastornos alimenticios de manera eficaz, consiste en generar que la persona pueda regresar a hábitos alimenticios saludables. Por lo general, una persona que ha pasado por un trastorno alimenticio, se encuentra en mal estado de salud. Por ello, requerirá de incorporar alimentos nutritivos para recuperar su energía, renovar su capacidad mental y restablecer su equilibrio químico.

Alimentos para la recuperación

Ahora, mencionaremos los alimentos que pueden ser de gran utilidad para una persona que se recupera de un trastorno alimenticio.

Los alimentos integrales

Los alimentos integrales aportan nutrientes que permiten revitalizar el cuerpo. Algunos de ellos, son:

  • Las frutas
  • Las verduras
  • Las carnes magras
  • El arroz integral
  • El centeno integral
  • Entre otros

Los mencionados, aportan altos niveles de energía para un cuerpo que la ha perdido a causa del trastorno alimenticio.

Los alimentos con calcio

El calcio, que probablemente se haya visto disminuido durante el trastorno alimenticio, fortalece los huesos, los dientes y las uñas. Este, se encuentra en los productos lácteos desnatados, como así también en muchos vegetales de hojas verdes.

Las dietas con restricción de alimentos ricos en calcio debilitan enormemente los huesos, dejándolos frágiles. Generalmente, las personas jóvenes que sufren de trastornos alimenticios tienden a alcanzar una estructura ósea similar a la de un adulto mayor. Al mismo tiempo, en los casos de bulimia, el vómito en exceso agrede fuertemente el esmalte de los dientes.

Los ácidos grasos

Los ácidos grasos Omega 3 estimulan el funcionamiento del corazón, previniendo enfermedades cardiovasculares. Estos se encuentran principalmente en los huevos, el pescado y las nueces.

La grasa corporal es necesaria para el funcionamiento del sistema cardíaco. Por ello, las personas que tienen anorexia son proclives a padecer de enfermedades cardíacas y de arritmias.

Los líquidos

Los distintos líquidos – y el sodio de los mismos – permiten restablecer el equilibrio de los electrólitos. Al mismo tiempo, combaten la desnutrición que deviene de la importante pérdida de agua proveniente de los vómitos en exceso. Para estos casos, resultan ideales las bebidas para deportistas, como así también, indudablemente, el agua.

¿La nutrición previene los trastornos alimenticios?

Son muchos los especialistas que han afirmado que una buena nutrición puede prevenir los trastornos alimenticios. Una de las maneras de prevenir que los trastornos puedan aparecer, consiste en enseñar a los niños – desde la infancia – a reconocer imágenes saludables como referencia y no a aquellas idealizadas. Al mismo tiempo, involucrarlos en la preparación de comidas saludables les permitirá reconocer lo que es bueno para su cuerpo.

Es fundamental enseñar a adquirir hábitos alimenticios saludables, centrando la atención en estos más que en la imagen corporal. Al mismo tiempo, consumir alimentos en los momentos en los que se tiene hambre, es mucho más sano que hacerlo en circunstancias emocionales.

El aprendizaje de un buen comportamiento nutritivo puede prevenir los distintos trastornos alimenticios. Asimismo, generará conciencia sobre cómo debe ser una alimentación saludable. Esto último, funcionará también como un excelente aliado contra otras afecciones que puedan aparecer a lo largo del tiempo.

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