Nutrición

Mitos y verdades sobre los suplementos dietarios

En la actualidad, resulta cada vez más sencillo acceder al consumo de suplementos dietarios. Sin embargo, no siempre contamos con la información necesaria y suficiente para cuidar nuestra salud a la hora de seleccionarlos. En esta ocasión, hablaremos de los distintos mitos y verdades sobre los suplementos dietarios.

Cada día que pasa, es mucho más sencillo y común acceder a distintas cápsulas, batidos, ampollas, entre tantos otros productos, que funcionan como “suplementos dietarios”. Estos, se venden con promesas milagrosas para la salud, para la pérdida de peso corporal o para el fortalecimiento de los músculos, entre otras cosas. Sin embargo, ¿podemos saber qué tan efectivos son realmente? ¿Cuán cierto es lo que estos suplementos promocionan?

¿Para qué son los suplementos dietarios?

Suplementos alimentarios
Suplementos alimentarios

Si bien, como dijimos anteriormente, la mayoría de las personas acceden a ciertos suplementos alimentarios en busca de aquellas “soluciones milagrosas” que muchos de los mismos prometen, es fundamental recordar que, en realidad, la función principal de estos suplementos es la de complementar la alimentación habitual a través del consumo de determinados nutrientes.

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Mitos

A lo largo de los años, a través de la venta deliberada de ciertos suplementos y a través de las pautas publicitarias, se han ido generando una serie de mitos alrededor de los suplementos dietarios, que deben ser desmitificados, debido a que muchos de esos mitos pueden llevar a las personas a tomar decisiones contraproducentes para su salud.

“Los suplementos sustituyen una dieta cotidiana”

Esto no es cierto. Los suplementos no cuentan con la capacidad de sustituir ninguna comida. Esto se debe a que hay una serie de vitaminas y nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente, y que sólo pueden ser adquiridos a través del consumo de determinados alimentos (como las verduras, las frutas, las carnes, las semillas, entre otros). A lo sumo, lo único que un suplemento dietario puede hacer es completar alguna dosis de algún nutriente que pueda faltar o no encontrarse en las cantidades adecuadas dentro de los alimentos.

“Los suplementos cumplen con todas las funciones que prometen”

No siempre esto es verdad. En la actualidad, los mercados se encuentran cada vez más plagados por distintos tipos de suplementos alimentarios. Es este crecimiento lo que lleva al desarrollo de mecanismos para la competencia, tales como la publicidad.

Para lograr que la gente se acerque a ellos, muchos suplementos (al igual que ocurre en casi todos los productos) prometen grandes beneficios y “soluciones” para las personas. Sin embargo, estas publicidades no tienden a emitir toda la información necesaria y pertinente que una persona necesita conocer si pretende realizar modificaciones de tal índole en sus hábitos alimenticios.

Debido a las regulaciones vigentes en la actualidad, todo suplemento que prometa mejoras para la salud, soluciones para adelgazar u otros resultados, debe incluir en su publicidad una frase que haga referencia a que no se trata de un producto recomendado médicamente y que no se trata de una afirmación de absoluta certeza y comprobación científica.

Suplementos alimenticios para deportistas
Suplementos alimenticios para deportistas

“Los suplementos dietarios son siempre seguros”

Si bien en muchos casos así es, eso no es una ley general. La seguridad de los suplementos depende siempre dos factores: por un lado, el producto en cuestión y, por otro, las condiciones de salud y las necesidades nutricionales del consumidor.

A su vez, así un suplemento sea seguro para una persona determinada, si no se toman las dosis adecuadas, eso puede llevar consigo un gran riesgo para la salud.

“Los suplementos dietarios son aptos para todas las personas”

Es importante tener en cuenta que el hecho de que los suplementos sean de venta libre y puedan ser adquiridos en casi cualquier lugar, eso no significa que sean aptos para todo el mundo. Son muchas las personas que no deberían consumir suplementos dietarios. Algunos ejemplos de personas que no deberían consumir suplementos dietarios son: los niños, las mujeres embarazadas o en período de lactancia (como así también aquellas que estén buscando quedar embarazadas), los adultos mayores o las personas que puedan padecer de ciertos problemas de salud. Por eso, es fundamental que, siempre que se quiera realizar una modificación como esta en los hábitos alimenticios, se consulte a un médico especialista antes de ello.

“Los suplementos son malos para la salud”

En este caso, nos vamos a una afirmación absolutamente opuesta a todas las anteriores. Sin embargo, eso no hace que sea cierta. Son muchos los suplementos dietarios que no representan riesgo alguno para la salud de quien los ingiere, siempre y cuando se cuente con las condiciones físicas apropiadas y no se produzca una sobredosis.

Basándonos en todo lo anterior, podemos determinar que es poca la información fehaciente que tenemos al alcance de nuestras manos cuando de suplementos alimentarios se trata. Pero eso tampoco significa que se deba mantenerse lejos de estos suplementos. Simplemente, es de gran importancia que se consulte a un médico nutricionista antes de realizar cualquier modificación en los hábitos alimenticios.