Cardiología

Arritmias Cardíaca

La arritmia cardíaca es una condición médica que afecta la frecuencia cardíaca o ritmo cardíaco, comportándose irregularmente muy lento o muy rápido. En todas sus escalas, las arritmias se presentan en formas benignas, pero también en formas más graves que pueden causar complicaciones graves en las personas que la padecen.

Un corazón logra la increíble hazaña de palpitar más tres mil millones de veces en la vida promedio de una persona, generalmente sin olvidar su tarea por más de dos segundos consecutivos. Pero cuando a se toma un pequeño descanso a causa de una arritmia cardíaca, la persona puede hasta perder de forma inmediata la conciencia.

El funcionamiento de corazón incluso, se puede ver afectado por un gran número de arritmias cardíacas y en consecuencia, puede ir más rápido de lo esperado, que es lo que conocemos como taquicardia, o más lento, cuando se relaciona con una bradicardia.

Contenido de este artículo

¿Qué causa una arritmia cardíaca?

La forma más común de arritmia cardíaca es la que se produce por fibrilación auricular. Se trata de contracciones anárquicas de las cavidades cardíacas llamadas aurículas y son muy numerosos e irregulares. Las principales causas de la fibrilación auricular son:

  • La enfermedad de la arteria coronaria (ataque cardíaco que afecta al corazón)
  • La hipertensión arterial
  • Las anomalías de la válvula cardíaca (valvulopatías)
  • La enfermedad cardíaca congénita

Otras causas no tan comunes de arritmia

Otras causas de arritmia incluyen enfermedades genéticas (síndrome de QT prolongado), diabetes, trastornos de la tiroides, alcohol, drogas, cafeína, tabaco y estrés. Algunos medicamentos también pueden causar arritmia cardíaca.

Arritmias del corazón, porque es importante estar atento

Tipos de arritmias

Existen básicamente dos tipos de arritmias cardíacas. La primera ocurre desde la parte superior del corazón (las aurículas), por lo general son menos grave y más rápidas que la que se presenta en la parte inferior del corazón, (los ventrículos). Ésta última son más frecuentes y causan síntomas importantes, además de presentar ciertos riesgos.

Arritmias auriculares

Este tipo de arritmia, como ya se comentó, no suele ser grave, la mayoría de las veces es una reacción del organismo por algún evento específico. Durante una arritmia auricular, se produce un gasto cardíaco, la cantidad de sangre expulsada del corazón cada minuto, es uno de los parámetros fundamentales.

La cantidad de sangre necesaria varía de uno a cinco veces, dependiendo de si la persona se encuentra durmiendo o relajado o si está sumido en un evento embarazoso, como por ejemplo, tratando de escapar de un animal peligroso. Entre estos dos extremos, el corazón seguirá su alegre camino para tratar de ajustar su trabajo llevando sangre, nutrientes y oxígeno, y evacuando desechos, como el dióxido de carbono, dependiendo de la actividad del organismo.

El Nodo sinusal es  el conductor de este complejo sistema de adaptación del ritmo cardíaco a las necesidades metabólicas. Influenciado por los sistemas simpático y parasimpático, su frecuencia de descarga varía en un adulto entre, 60 y 160, dependiendo de la demanda.

Sus controles son transmitidos hacia abajo por un sistema eléctrico que incluye el nodo auriculoventricular (NAV), ubicado entre las aurículas y los ventrículos. Con este nodo, el corazón puede aumentar o disminuir la frecuencia de las contracciones, lo que aumenta o disminuye el gasto cardíaco de forma inmediata.

El nodo auriculoventricular a su vez, está constantemente sujeto a la influencia del nervio vago, encargado de frenar su actividad acelerada.

Por otro lado, la activación del sistema simpático corresponde a levantar el pie del freno, para que el corazón vaya más rápido, mientras que para disminuir la velocidad, el soporte del freno corresponde al parasimpático.

La adrenalina secretada por las glándulas suprarrenales toma el control y permite acelerar el ritmo cardíaco de manera sostenida, mientras se promueve una redistribución de la sangre a los músculos.

Además de la frecuencia, otro factor cardíaco influye en el gasto cardíaco, la fuerza de cada contracción. Por ejemplo, si vemos un oso nuestra sala de estar, no solo latirá más rápido, sino que latirá más fuerte, expulsando más sangre en cada latido.

Taquicardia sinusal inapropiada

Este tipo de arritmia se puede definir para las taquicardias como momentos en que el nodo sinusal pierde el control y el corazón decide, de una manera en sí mismo, ir más rápido de lo que el cuerpo requiere.

En este caso el corazón acelera sin que haya una demanda. Aunque es bastante raro, no debe confundirse con la ansiedad, que es más bien un efecto normal de las hormonas del estrés, incluida la adrenalina, en un corazón normal.

Se trata solo de un problema simple de adaptación del nodo sinusal. No es muy común, pero es un poco como si el corazón exagerase en su respuesta, teniendo estimulaciones  y saltos que producen de 120 o 130 palpitaciones por minuto, pero el nodo sinusal sigue siendo el conductor.

Arritmia extrasístole

En este tipo de arritmia, nos encontramos con una acción mucho más frecuente y casi normal del corazón, que consiste en una sístole más. Paradójicamente, la persona siente en un momento un latido perdido, porque una sístole adicional llega de forma prematura y en consecuencia, el corazón expulsa menos sangre.

Si la persona toma su pulso en ese momento, o está atenta al latido del corazón, sentirá como un pequeño descanso, mientras que el corazón ha hecho un bombeo de más. Después de una extrasístole, el corazón hace una pequeña pausa temporal, antes de reanudar su ritmo sinusal normal.

Estas extrasístoles son el resultado de la descarga espontánea de uno de los miles de millones de células del corazón, todas ellas capaces de generar un impulso eléctrico. Este proceso también ayuda a sobrevivir a ciertos trastornos del corazón, especialmente cuando el nodo sinusal se detiene, asumiendo el control para garantizar el correcto funcionamiento de las contracciones del corazón.

Aunque puede generar pánico y una visita de urgencia al hospital, en la gran mayoría de los casos, donde el corazón está sano, las arritmias extrasístoles, aunque molestas, son seguras para la salud. Pueden evitar que el corazón pare de funcionar, pueden impedir un ataque o una muerte súbita.

Causas de una arritmia extrasístole

Estos tipos de arritmia, ocurren por una variedad de razones, por ejemplo, si la persona ha abusado del café o del alcohol o si no tiene suficiente sueño o está demasiado ansiosa, cualquier razón que estimule las células cardíacas de una manera exagerada. Pero también pueden manifestarse de forma espontáneamente, es decir, sin ningún estímulo externo. En un electrocardiograma, las extrasístoles aparecen como latidos adicionales, diferentes de los demás.

Taquicardia auricular paroxística

A partir de tres extrasistolia, hablamos de taquicardia, esta secuencia de ritmos automáticos que no responde a ninguna solicitud del sistema simpático.

La taquicardia ocurre cuando dicha secuencia de latidos se produce a una velocidad superior a 100. El corazón está entonces sujeto a lo que se llama taquicardia auricular paroxística (APT).

Los TAP son simplemente una serie de latidos de la aurícula, pero desde un foco distinto al nódulo sinusal, que ocurren durante una serie de latidos variables, generalmente sin ningún síntoma particular, o se acompañan de palpitaciones simples.

La arritmia en este caso, se establece durante un cierto tiempo, a veces durante horas y aún más, empujando el corazón a una velocidad que va más allá de las necesidades metabólicas, por ejemplo, 120, 130, 140 o incluso más palpitaciones por minuto.

Esta situación causa síntomas de palpitaciones sostenidas, acompañadas de dificultad para respirar, mareos, malestar en el pecho; en definitiva, un conjunto de síntomas que obligan a la persona a consultar al médico.

En general, estos TAP se explican por un fenómeno de mayor automaticidad, donde una célula se dispara mucho más rápido de lo normal.

Medir el ritmo cardíaco y prevenir arritmias
Medir el ritmo cardíaco y prevenir arritmias

Arritmias ventriculares

Las arritmias ventriculares son problemas graves del ritmo cardíaco que pueden conducir a la pérdida de la conciencia e incluso a la muerte. Aquí trataremos de explicar los mecanismos, y especialmente, las razones de sus dramáticas consecuencias.

Extrasistolia ventricular

El grado más simple de arritmia ventricular es la extrasistolia ventricular. Se trata de un latido extra que ocurre más rápido de lo esperado y da la impresión de que el corazón late o gira.

Estas extrasistolia ventricular, cuando ocurren en pequeñas cantidades en un corazón normal, son seguras. Pero si son muy numerosos  cada día, pueden causar algún problema o ser un signo de una patología subyacente, normalmente relacionada con una enfermedad del músculo cardíaco.

Taquicardia ventricular

Este tipo de arritmia también explica la mayoría de los casos de muerte súbita, es decir, cuando una persona se colapsa repentinamente y termina sin pulso.

Para que se produzca este tipo de arritmia, una extrasistolia ventricular debe llegar en el momento equivocado e ingresar a este circuito. Cuando tal arritmia se establece durante tres o más latidos consecutivos, se conoce entonces como taquicardia ventricular.

¿Por qué una taquicardia ventricular es tan grave?

Existen varios factores involucrados. Primero la velocidad, ya que a veces son arritmias muy rápidas, de unos 200 latidos por minuto, y a esta velocidad, el corazón no encuentra tiempo para llenarse de sangre, infundirla en el cuerpo y alimentarse. Una situación que puede  conducir rápidamente a una menor presión, pérdida de conciencia e incluso la muerte.

Otro factor es que generalmente no ocurre en un corazón normal, sino en presencia de una enfermedad cardíaca grave, que involucra un músculo cardíaco muy débil que lucha para bombear sangre normalmente. Por lo tanto, no puede tolerar que se le pida que opere a alta velocidad.

Otra razón es que durante una arritmia ventricular, el ventrículo conduce, de modo que la contracción de la aurícula cesa o pierde toda eficacia. Ahora, la contracción de la aurícula, que precede a la de los ventrículos, contribuye a aumentar el volumen de la sangre en el ventrículo y, por lo tanto, el gasto cardíaco.

Por último, la mayoría de los casos de taquicardia ventricular se producen en pacientes de edad avanzada, arterias enfermas, incluyendo las del cerebro, que los hace más susceptibles de una presión arterial y una disminución de la producción de sangre con más dificultades para circular.

Señales de una taquicardia ventricular

Cuando una persona presenta una taquicardia ventricular, el principal síntoma es una pérdida repentina de la conciencia, a veces precedida por palpitaciones. Es la forma más común de arritmia cuando una persona pierde el conocimiento y sufre un paro cardíaco.

Esta arritmia también puede estar precedida por los síntomas de un infarto, un dolor muy agudo en el pecho. La pérdida de conciencia durante el ejercicio completo también se relaciona a veces con la taquicardia ventricular, después del ejercicio es menos probable.

En general, cuando se trata de la cicatriz de un infarto antiguo, se dice que la taquicardia ventricular es monomórfica, es decir, que ocurre siempre de la misma forma, y bien organizada, aunque puede ser muy rápida. Por otro lado, en el caso de un infarto agudo, y debido a otras condiciones más raras, la taquicardia ventricular puede ser desorganizada, convirtiéndose así en polimórfica.

¿Quiénes pueden tener una taquicardia ventricular?

Generalmente ocurre en personas con un corazón ya enfermo, por ejemplo debido a un infarto y la presencia de una cicatriz en el miocardio. Esta cicatriz de infarto puede provocar la aparición de un circuito eléctrico anormal debido a cambios en la estructura eléctrica del corazón.

En raras ocasiones, estas arritmias pueden afectar a los pacientes más jóvenes, en los casos en que sucede, en su mayoría sufren de un defecto genético, que pueden o no estar asociados con una anormalidad en la estructura del corazón.

¿Cuáles son los síntomas de una arritmia cardíaca?

Cuáles son los síntomas de una arritmia
Cuáles son los síntomas de una arritmia

Cuando un paciente tiene arritmia cardíaca, puede tener uno o varios síntomas, dependiendo del tipo de arritmia como hemos podido ver. Sin embargo, en forma general, estos son lo síntomas que más se presentan.

  • Palpitaciones en reposo y esfuerzo
  • El pulso es rígido e irregular
  • Puede experimentar mareos y aturdimiento y esto puede conducir a la pérdida de la conciencia.
  • La falta de aliento al menor esfuerzo es común, a veces asociada con dolor en el pecho

Complicación de una arritmia cardíaca

La complicación más común y más grave de la arritmia cardíaca es la trombosis, que es la formación de coágulos de sangre en el corazón. Estos coágulos entran a la circulación general y pueden obstruir los vasos en el cerebro generando un accidente cerebrovascular, o en los pulmones, ocasionando una embolia pulmonar, también puede presentarse en las piernas, dando origen a una flebitis.

Diagnóstico de arritmia

El diagnóstico de arritmia cardiaca se establece fácilmente mediante la realización de un electrocardiograma, un examen simple y no invasivo que se practica en el consultorio del médico. Este examen muestra ondas pequeñas, cercanas e irregulares, que corresponden a las contracciones de las aurículas del corazón. También se usa un ECG Holter, que es un registro de 24 horas de la actividad eléctrica del corazón y puede detectar episodios de arritmia que no son permanentes.

Finalmente, el médico puede realizar una prueba de estrés que evaluará el impacto en la actividad cardíaca.

Tratamiento de la arritmia cardiaca

Cuando un paciente llega a emergencias con cualquier ataque de arritmia, el cardiólogo iniciará tratamientos médicos o eléctricos que lograrán estabilizar o incluso resolver el problema, en la mayoría de los casos. Todos los tratamientos, tienen como objetivo principal, enrutar en todo momento la cantidad de sangre necesaria para que el corazón funcione adecuadamente.

Durante todo el tratamiento el cardiólogo especialista debe monitorear de cerca el progreso del paciente. Como tratamiento farmacológico, el especialista puede administrar al paciente una clase de betabloqueantes que puede ayudar a desacelerar el corazón.

Este tratamiento generalmente es en tableta y debe tomarse diariamente en combinación con una terapia anticoagulante oral para evitar el riesgo de trombosis. Estos medicamentos requieren un control de la coagulación por muestreo de sangre regular, al mismo tiempo algunos alimentos deben ser eliminados.

Tratamientos en arritmias más graves

Para tratar formas más graves de arritmias, a veces se usa un estimulador implantable o un desfibrilador, el cual consiste en una pequeña caja implantada en el corazón y que ayuda a regular la frecuencia cardíaca. Esta técnica requiere un monitoreo regular y cercano por parte del médico.

Otra técnica para el tratamiento de la arritmia, implica la eliminación de la alteración del ritmo de radiofrecuencia, en este caso, una pequeña área de tejido es destruida por un electrodo, lo que reduce la frecuencia cardíaca.

En todos los casos, durante y después del tratamiento, el paciente debe suspender todo consumo de tabaco, alcohol y cafeína. Además debe complementar con actividad física de forma regular, reducir los factores de estrés y evitar el aumento de peso.

La buena noticia es que la mayoría de estas arritmias son tratables, más o menos fácil dependiendo del caso. Aunque el tratamiento puede ser más o menos efectivo dependiendo de la demora en ser atendido por un especialista, siendo este un factor clave especialmente, para las arritmias más graves.