El Biomagnetismo consiste, básicamente, en un reconocimiento de los diferentes puntos de energía que se encuentran alterados al interior de nuestro organismo. En su conjunto, estos puntos detectados por el Biomagnetismo, son los que dan lugar al surgimiento de ciertas enfermedades o afecciones.

El reconocimiento de dichos puntos de energía se lleva a cabo a través del accionar de una serie de imanes pasivos (es decir, que no se encuentran electrificados) y que son aplicados en distintas partes del cuerpo, de modo de efectuar una suerte de rastreo o escáner de los puntos de energía del cuerpo.

Una vez que ya han podido reconocerse los puntos de energía alterados, el terapeuta que lleva a cabo la terapia por biomagnetismo colocará un conjunto de imanes sobre esos puntos específicos, durante un tiempo que oscila entre los 10 a 15 minutos.

¿De qué manera funciona el Biomagnetismo?

Todos los seres humanos nos mantenemos en un óptimo estado de salud cuando mantenemos un equilibrio energético en nuestros sistemas, nuestros órganos y los tejidos de nuestro cuerpo. No sólo debe haber un equilibrio entre las cargas positivas y las negativas, sino también un equilibrio en el pH. Cuando el pH de nuestro cuerpo se encuentra en un rango de neutralidad cercano al valor de 7, es cuando nos encontramos en un buen estado de salud.

Sin embargo, cuando se sufre de una determinada enfermedad o afección, tienden a observarse alteraciones en el pH (o en el nivel de acidez de nuestro cuerpo) y las células que se encuentran involucradas también sufren de alteraciones en sus funciones. En otras palabras, podríamos decir que las diferentes enfermedades o afecciones físicas requieren de un desequilibrio energético para subsistir.

En relación con lo anterior, podría decirse, entonces, que corrigiendo las alteraciones iónicas es como puede llegar a resolverse el problema que sufra el paciente en cuestión, volviendo al punto de equilibrio.

Por ello, podríamos decir que el Biomagnetismo se encarga, esencialmente, de regresar al organismo afectado a su estado de equilibrio energético entre las cargas positivas y las negativas.

En la actualidad se asegura que el biomagnetismo es capaz de corregir todas las distorsiones energéticas que se encuentren en un cuerpo que está enfermo, más allá de cuál sea el origen de la afección encontrada. De todas maneras, es importante aclarar que la curación puede llegar a ser absoluta solamente en los casos en los que las alteraciones no hayan generado daños estructurales (es decir, celulares) que resulten irreversibles.

Otras prácticas centradas en los niveles energéticos incluyen la Gemoterapia, la Radiestecia y el Reiki.

Características del tratamiento

Al igual que no hay dos personas iguales, las afecciones no atacan en igual manera a todos los individuos. Al mismo tiempo, hay otros factores que también influyen, tanto en el desarrollo de la enfermedad como en el proceso de curación, como lo son: la edad, el sexo, el estado nutricional, la carga tóxica previa al tratamiento, los tratamientos que se hayan llevado a cabo anteriormente, el tiempo que lleve de evolución la afección, las posibles lesiones que la enfermedad haya podido provocar, entre otros.

De todas maneras, más allá de que, ciertamente, los factores mencionados anteriormente afectan al desarrollo del Biomagnetismo, la mayor parte de los pacientes comienzan a observar una mejora ya luego de la primera o segunda sesión. La cantidad de sesiones y tratamientos que cada paciente requiera dependerán de sí mismo y de su evolución.

Si estás pensando adentrarte en el mundo de la medicina alternativa, el biomagnetismo puede significar una excelente opción para obtener resultados significativos en cuanto a la mejora de tu estado de salud, en los distintos sistemas que componen tu vida. El biomagnetismo puede representar una mejora significativa en tu estado de salud, atendiendo a tu equilibrio energético, especialmente en los momentos en los que predominan ciertas enfermedades o afecciones.

Y vos, ¿ya probaste el biomagnetismo?

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