Nutrición

Los Macronutrientes

Una buena nutrición es fundamental para mantener un buen estado de salud y optimizar el funcionamiento de nuestro organismo. Es aquí donde los macronutrientes juegan un papel fundamental para todos los seres humanos. Por ello, en esta ocasión, te contaremos todo lo que necesitás saber acerca de los macronutrientes.

Contenido de este artículo

¿Qué son los macronutrientes?

Como su nombre lo indica, “macronutrientes” refiere al conjunto de nutrientes que son requeridos por nuestro cuerpo en grandes proporciones.

Los macronutrientes se clasifican en tres tipos:

  • Carbohidratos
  • Proteínas
  • Grasas
  • Fibras

Los carbohidratos

Incluir carbohidratos en tu alimentación
Incluir carbohidratos en tu alimentación

Los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía que nuestro cuerpo puede ingerir. Muchas veces, aún sin darnos cuenta, los carbohidratos acaban constituyendo porcentajes verdaderamente altos de nuestra dieta diaria.

Los carbohidratos se encuentran compuestos de tres elementos: carbono, oxígeno e hidrógeno. Durante el procedimiento metabólico, estos son quemados para producir energía. Al mismo tiempo, liberan tanto dióxido de carbono como agua. Es muy frecuente encontrar el consumo de hidratos de carbono en forma de azúcares y almidones.

Por su parte, podemos dividir a los carbohidratos en tres grupos:

  • Monosacáridos
  • Disacáridos
  • Polisacáridos

Carbohidratos monosacáridos

Son los más comunes. Se encuentran esencialmente en la glucosa, la galactosa y la fructosa, es decir, en los azúcares simples. Este tipo de carbohidratos pueden pasar a través del tracto digestivo sin sufrir modificación alguna por las enzimas digestivas.

La glucosa es muy frecuente en frutas, cebollas y otras tantas sustancias de origen vegetal. La glucosa pasa por un proceso de oxidación, produciendo, así, dióxido de carbono, energía y calor. Por su parte, dicho dióxido de carbono es eliminado a través de la respiración.

Carbohidratos disacáridos

Los disacáridos son compuestos de azúcares simples, que requieren de ser convertidos en monosacáridos en el organismo, de modo de poder ser absorbidos por el tracto digestivo. Los disacáridos más comunes son la lactosa, la sacarosa y la maltosa. La sacarosa es la más común de todas, conocida también como “azúcar de mesa”. Suele provenir de la caña de azúcar; sin embargo, otra gran fuente de sacarosa es la remolacha. Al mismo tiempo, la sacarosa puede encontrarse también en la piña y en las zanahorias.

Por su parte, la lactosa se encuentra, esencialmente, en la leche (tanto humana como animal). Y, finalmente, la maltosa está en el interior de las semillas germinadas.

Carbohidratos polisacáridos

Cuando hablamos de polisacáridos, estamos haciendo referencia a los carbohidratos más complejos en su composición. Son sólo algunos de estos los que los seres humanos pueden utilizar para producir energía, porque son insolubles en agua. Algunos de los polisacáridos más comunes son: el almidón, la celulosa y el glicógeno.

El almidón es una de las mayores fuentes de energía para los seres humanos. Generalmente, los alimentos que más almidón brindan son los granos de cereal.

¿Por qué son buenos los carbohidratos?

Muchas veces, cuando leemos una dieta, “carbohidrato” pareciera ser, incluso, una mala palabra. Sin embargo, bien utilizados, éstos son grandes fuentes de energía para nuestro cuerpo.

Incluso, es importante resaltar que, cuando se observa una carencia de carbohidratos en la dieta, esto puede llegar a traer fuertes consecuencias en nuestra salud: desde la acidificación de la sangre, hasta la pérdida de minerales y la deshidratación.

Las proteínas

Proteinas de origen animal y vegeral
Proteinas de origen animal y vegeral

Las proteínas tienen lugar a partir de la unión entre varios aminoácidos diferentes. A su vez, éstas se diferencian entre sí en función de la cantidad y la calidad de los aminoácidos, como así también por su modo de unión.

Para poder sintetizar correctamente las proteínas, el organismo humano requiere de grandes cantidades de aminoácidos. Estos, a su vez, pueden clasificarse en dos grupos:

  • Aminoácidos esenciales
  • Aminoácidos no esenciales

Cuando hablamos de aminoácidos esenciales, nos referimos a aquellos que no pueden ser producidos de manera natural por nuestro cuerpo, por lo que requieren de ser incorporados mediante la alimentación. Dentro de este grupo, podemos mencionar los siguientes: la usina, la leucina, la metionina, la isoleucina, la valina, la treonina, entre tantos otros.

Por su parte, los aminoácidos no esenciales son aquellos que pueden ser producidos por el propio organismo.

Los aminoácidos clasificados como esenciales, se encuentran, particularmente, en las proteínas de distintos alimentos de origen animal y vegetal. La diferencia entre estos, tiene que ver con su proporción. Cuando hablamos de proteínas de origen animal, se estima que éstas son las más completas e “ideales” para los humanos. Contrario a lo que ocurre en las proteínas de origen vegetal; dentro de éstas, la más cercana a dicha proporción es la de verduras secas. Para alcanzar, con vegetales, la proporción ideal que presentan las proteínas de origen animal, es necesario combinar en una misma ingesta una gran serie de alimentos vegetales.

¿Por qué son buenas las proteínas?

Las proteínas son las principales responsables, tanto de la formación, como del mantenimiento de los tejidos de nuestro cuerpo. Al mismo tiempo, son quienes sintetizan los anticuerpos para prevenir una importante lista de enfermedades infecciosas.

Las proteínas producen energía y ayudan a que se forme correctamente hemoglobina, tanto en la sangre como en las enzimas.

En los casos en los que no se ingieren las suficientes proteínas, suele sufrirse debilidad, apatía, insuficiencia hepática, edemas e, incluso, disminución en las defensas del cuerpo.

Las grasas

Las grasas, un aporte necesario que muchos evitan
Las grasas, un aporte necesario que muchos evitan

Las grasas que componen los alimentos, se encuentran formadas básicamente por triglicéridos. Los triglicéridos, consisten en lípidos simples que tienen lugar por la combinación de glicerina y de ácidos grasos.

Ciertamente, la calidad y los beneficios recibidos de las grasas, dependerá directamente del tipo de ácidos grasos de su composición. A excepción de los frutos secos, los alimentos de origen vegetal tienden a tener pocos ácidos grasos. Sin embargo, en las grasas vegetales predominan los ácidos grasos insaturados, que reducen el colesterol en la sangre. Los ácidos grasos insaturados traen muchos beneficios al organismo.

Por su parte, los productos de origen animal tienden a contener grandes cantidades de grasas. La grasa animal se compone de grandes cantidades de ácidos grasos saturados. Generalmente, esto tiende a traer consigo una serie de problemas, incluyendo un aumento en el colesterol en sangre.

¿Por qué son buenas las grasas?

Las grasas constituyen una gran fuente – pero también una gran reserva – de energía. A su vez, son las que facilitan la absorción que nuestro organismo hace de las vitaminas liposolubles.

Distinto de otros macronutrientes, no suele haber problemas de salud cuando se presenta una carencia en el consumo de grasas. Esto se debe a que el organismo mismo puede producir grasas a través de los carbohidratos y las proteínas.

Sí es importante remarcar que el exceso de grasas puede derivar en problemas de salud. Y, al mismo tiempo, las grasas de origen animal resultan mucho más perjudiciales que las de origen vegetal.

Las fibras

Las fibras y su aporte en la alimentación
Las fibras y su aporte en la alimentación

La fibra tiene lugar a partir de la unión de las siguientes sustancias:

  • Celulosa
  • Mucílagos
  • Gomas
  • Hemicelulosa
  • Pectina
  • Y otros polisacáridos

Las fibras son, siempre, provenientes de alimentos origen vegetal. Por ello, podemos afirmar que ningún alimento de origen animal contiene fibra.

Por su parte, la fibra puede ser clasificada en dos grupos:

  • Fibra soluble en agua
  • Fibra insoluble en agua

Cuando hablamos de fibra que es soluble en agua, ésta suele encontrarse en el salvado de avena, como así también en muchas semillas y frutas.

En cambio, la fibra insoluble en agua, es la que se encuentra especialmente en el salvado de cereal. Es insoluble en agua debido a que su consistencia es mucho más rígida.

¿Por qué son buenas las fibras?

Todo régimen alimenticio saludable debe incluir, indefectiblemente, fibra. Esta, tiene la capacidad de reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades, especialmente aquellas asociadas al sistema digestivo. Algunas enfermedades que se pueden prevenir con la fibra son: el cáncer de colon, el estreñimiento, las hemorroides, entre otras. Dentro de los tipos de fibra, la que resulta más eficaz en estos casos es la insoluble en agua.

Asimismo, la fibra soluble en agua permite evitar el exceso de colesterol, controlar el nivel de glucosa en la sangre y proteger la mucosa del intestino.

Generalmente, cuando una persona carece de fibra en su dieta, es proclive a padecer estreñimiento, arteriosclerosis, y otras enfermedades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un exceso de fibra también puede ser perjudicial para la salud. El exceso de fibra puede conducir a una mala absorción de minerales.

En sus distintos tipos, los macronutrientes resultan fundamentales para mantener una buena nutrición y, en consecuencia, una buena salud.